Viaje al país del Hezbollah

El poderío militar utilizado contra el ejército israelí y la capacidad para financiar la reconstrucción del Líbano por parte del Hezbollah han tomado por sorpresa a la comunidad internacional. Inasible, la milicia comandada por Hassan Nasralá plantea múltiples interrogantes. ¿Quiénes son los integrantes de esta milicia?, ¿qué los lleva a tomar las armas? y ¿bajo qué condiciones podrían abandonarlas? Nuestro enviado especial, Eduardo Febbro, recorrió la localidad de Clalié, en el sur del Líbano, y conversó con uno de los soldados del Partido de Dios.

La mitad del pueblo de Clalié, en el sur del Líbano, está destruida. Delante de cada casa bombardeada, el Hezbollah colgó sus típicos carteles amarillos, esta vez en árabe, francés e inglés que dicen: “Esta es vuestra democracia”. En la calle principal, las topadoras sacan los escombros y los militantes del Hezbollah anotan en un cuaderno cuántas casas están perdidas y cuántas se pueden reparar. Enfrente, en el local del Partido de Dios, un grupo de ingenieros y arquitectos saca cuentas sobre los costos. El Hezbollah tiene dos caras, una pública (el partido religioso con un poderoso sistema de ayuda social: hospitales, escuelas, subsidios) y un rostro religioso-militar más oculto. Mustafá Hajj dirige la oficina del Hezbollah en la localidad de Clalié. Su estadía en España le dejó el recuerdo del castellano. Hajj cuenta cómo se ve la guerra desde las trincheras del Hezbollah y los motivos que lo llevaron a integrar las filas del Partido de Dios.

- Mustaf Hajj (M.H.): Ellos no estaban persiguiendo a los miembros del Hezbollah. Es mentira. Porque los miembros de Hezbollah no estaban aquí. Estaban en los campos, en las montañas. Y ellos, si veían un perro, bombardeaban la casa. Ellos sólo querían destrozar todo el Líbano para que la gente se enfrentara al Hezbollah. Ellos dicen que somos terroristas, es mentira, porque cuando la gente lucha por su país no es terrorismo. Cuando un país como Israel, con sus tanques y aviones bombardea las 24 horas del día, ¿qué tiene que hacer la gente? Tiene que luchar. Hezbollah son miembros del pueblo libanés, no son de fuera, de Siria o Irán, como dice Israel. Son gente que ha visto a Israel bombardear sus casas, matar sus niños. En muchos pueblos han matado a civiles, sólo a civiles. De los 1.500 muertos en el Líbano, sólo hay 55 miembros del Hezbollah. Es la mentira de Israel.

- E.F. ¿Qué te llevó a formar parte del Hezbollah? ¿La convicción religiosa? ¿El problema territorial? ¿La falta de un poder fuerte en el Líbano?...

- M.H.: Hay muchas razones. Primero, la religión. No somos fanáticos, como ellos dicen. Este camino que tomamos nosotros es muy claro, muy abierto. Mira, esta es mi hermana. Ellos dicen que nuestras mujeres no salen, es mentira. En segundo lugar, esto viene de mucho tiempo. Israel bombardea el Líbano y quiere ocupar el país desde hace mucho tiempo, todo el mundo lo sabe. Cuando yo tenía 8 años vi a Israel bombardear, matar a niños y mujeres. Esto entra dentro de uno. No podemos evitarlo. Aquí, si se les pregunta a todos los niños, están con Hezbollah. El niño no sabe lo que está pensando, pero cuando ve todo esto, ¿qué puede pensar? Cuando un niño me pregunta quién ha hecho esto, yo le digo que Israel. El niño se va a preguntar todo el tiempo, ¿quién es ese Israel que está haciendo esto?
Nosotros no amamos las armas, pero si dejamos las armas, ¿quién va a defender al Líbano? Nosotros no queremos armas, no queremos guerra. Somos gente de paz. Que nos dejen en paz, ellos en sus tierras y nosotros en la nuestra.